El consorcio internacional ‘Project MinE’, en el que participan científicos españoles, ha identificado nuevos genes que aumentan el riesgo de desarrollar Esclerosis Lateral Amitrófica (ELA).
En la ELA las neuronas motoras del cerebro y la medula espinal se degeneran y mueren produciendo atrofia y parálisis de todos los músculos, incluyendo los de las extremidades, el habla, la deglución y la respiración, de forma progresiva y rápida. La expectativa de vida media es de 2 a 5 años.
Sus causas se desconocen en la mayoría de casos y no hay tratamiento curativo. Aunque es más frecuente en la edad adulta, puede aparecer en cualquier etapa de la vida. En España unas 4000 personas la padecen actualmente y se prevé que una de cada 400 personas actualmente sanas la padecerán a lo largo de su vida.
Se sabe que tiene una base genética y que mutaciones de ciertos genes causan la enfermedad de forma hereditaria en un 10% de los casos. En el 90% restante los pacientes las desarrollan de forma espontánea.
Los investigadores del consorcio ‘ProjectMinE’ se plantearon descubrir las diferentes alteraciones genéticas que predisponen o causan ELA, para entender su papel en la aparición de la enfermedad y así poder desarrollar tratamientos específicos.
El proyecto MinE está obteniendo datos genéticos de más de 15.156 pacientes y 26.224 controles sanos. Los datos publicados provienen de la secuenciación del genoma completo de 1.862 europeos incluyendo varios españoles. La secuenciación implica la lectura e identificación de cada una de las letras que componen los seis millones de letras del genoma humano.
El proyecto MinE está financiado en su mayor parte con fondos provenientes de las campañas de “Reto del Cubo Helado”, en España de forma específica por Fundela la Fundación Española para el Fomento de la Investigación de la ELA con donaciones de ciudadanos y eventos como el concierto de rock #porunmundosinELA.
Los primeros descubrimientos han sido presentados en dos artículos publicados en la prestigiosa revista científica Nature Genetics el 25 de julio. Un estudio ha identificado tres genes asociados con el riesgo de desarrollar la forma no familiar de la enfermedad, mientras que el otro ha descubierto un gen llamado NEK1 causante de una variedad de la enfermedad.
El primer trabajo demuestra que uno de los tres genes identificados, el llamado C21orf2, aumenta el riego individual de desarrollar la enfermedad en un 65%. La función exacta del C21orf2 es desconocida pero parece ser que parte de la maquinaria molecular que controla el movimiento y el armazón celulares.
Otro descubrimiento importante de este estudio es que para cualquier persona la desregulación de solo uno o dos genes es suficiente para que desarrolle ELA, lo que distingue a esta enfermedad de enfermedades como el cáncer que requieren la mutación de varios genes.
Según destacan los investigadores del King’s College de Londres y de la Universidad de Utrecht que lideran los estudios, en el futuro se podrán desarrollar tratamientos personalizados sustituyendo genes defectuosos por otros sanos.
En el mismo sentido, el Dr Jesús Mora Pardina, uno de los autores en los dos artículos, coordinador nacional español del ProjectMinE y director de la unidad de ELA del Hospital de San Rafael de Madrid, explica que: “estos resultados, tres nuevas variaciones genéticas específicas, sugieren que en muchos casos la enfermedad parece ser no el resultado de múltiples variaciones genéticas comunes, sino que hay diversos genes cuya rara mutación única aumenta significativamente el riesgo de enfermedad. Este es un descubrimiento crucial porque afecta al tipo de estrategias que se pueden desarrollar para tratar la enfermedad en cada paciente.”
El segundo estudio ha identificado en un grupo de 1.022 pacientes con ELA familiar y 7.315 controles, una mutación en el gen NEK1 usando una nueva estrategia identificadora. Esta mutación aparece también en el 3% de pacientes con ELA esporádica, lo que incrementa la relevancia del descubrimiento.
Los resultados demuestran distintos tipos de mutaciones del gen NEK1 en distintos pacientes con diferencias en la agresividad de la enfermedad.
Futuras investigaciones van a determinar como esas variaciones contribuyen al desarrollo y severidad de la enfermedad. Todavía se desconoce qué mutaciones causan el 40% de las ELAS hereditarias y la mayoría de las esporádicas. La profesora Maite Solas, vicepresidente de FUNDELA, destaca que “La mayoría de los estudios de la ELA se centran en la forma familiar de la enfermedad El Project MinE es una estrategia innovadora que permitirá encontrar la bases genéticas de todas las variedades de ELA, y la posibilidad real de tratamientos efectivos. Su financiación depende de las aportaciones de particulares. En España, a través de FUNDELA”.